viernes, 1 de enero de 2010

Las Tortugas


Ana Gabriela Magaña Torres
Tercer Semestre

En ocasiones pueden parecer poco interesantes, a pesar de que son animales que surgieron desde la antigüedad.

Existen tortugas marinas y terrestres. Independientemente del tipo que sean, al nacer son diminutas; pero su larga longevidad las obliga a crecer de manera impresionante, dependiendo de la especie a la que pertenezcan.

Si hablamos de su estructura, podemos pronunciar algunas de sus características. Comencemos con esos pigmentos que las distinguen de otros animales: se colorean de tonos cafés, combinados con una gama impresionante de verdes.

Y si conversamos de sus texturas, encontraremos diversas en este animalejo. El caparazón es demasiado duro y sólido, adornado con cuadros en la parte superior y en la parte inferior se embellece con finas manchas negras mezcladas con tonalidades verdes que definen el sexo del animal.

Contrario a esto, las tortugas tienen partes flexibles, como sus patas y su cabeza, que esconden dentro de su cubierta cuando perciben peligro cerca de ellas..., y logran camuflajearse como simples piedras en el universo.

Podemos decir que tienen un grado de intuición muy elevado ya que, cuando reciben una señal de que ha pasado el peligro, deciden salir de su caparazón y seguir con su camino.

Podríamos decir que sus ojos y su boca son tan pequeños como los de un bebé y que mueven su boca de la misma manera que un niño recién salido del caparazón materno, decidido a alimentarse. Esos ojos tan pequeños que abre y cierra cuando lo desea. Sus cortas piernas las obligan a desplazarse lentamente, pero siempre con rumbo fijo.

Es un ser noble e inofensivo, valiente, inteligente, fuerte e independiente. Lo más impresionante de estos animales es su fortaleza al vivir escondidos, enterrados por mucho tiempo, y así lograr sobrevivir y evolucionar.


(Imagen obtenida de http://www.fondospantallagratis.com/).

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