lunes, 11 de enero de 2010

Zamora, la Ciudad Amurallada I


Héctor Adrián Llamas Núñez
Primer Semestre

Foto antigua de la "Catedral Inconclusa" de Zamora, en franco deterioro.


Zamora, que significa “ciudad amurallada”, fue fundada en 1574 por mandato del Virrey Enríquez de Almanza. Aquí podemos encontrar varias y diversas construcciones; como la Catedral, el Teatro Obrero, el Santuario Guadalupano, la Plaza de Armas, el Palacio Federal y los Portales, entre otras.

En la Plaza de Armas encontramos el poder civil: la Presidencia; y el poder religioso: la Catedral de Zamora, construida en el siglo XVII y terminada en el siglo XVIII. Es de estilo Neoclásico-Barroco; su fachada consta de dos cuerpos y un remate en donde se encuentra el reloj. Tiene una barda atrial que fue colocada para delimitar el atrio del templo, y adentro se colocó la cruz atrial, que sirvió para explicar a los peregrinos la Pasión de Cristo. Como pertenece al Clero Secular, la Catedral tiene dos torres; y no olvidemos mencionar los óculos o ventanas corales, también llamados ojo de buey, que sirven para dar una mejor iluminación a su interior.

A los lados de la Plaza de Armas se encuentran los portales: el Portal Morelos o Portal de Los Perros; el Portal Amado Nervo o De Mercaderes (en este portal estuvo un hotel muy prestigiado y con mucha demanda), y el Portal de los Chinos, con reminiscencias del arte mudéjar poligonado, llamado así porque allí instaló una cafetería el primer chino que llegó a Zamora.

A unas cuadras de la plaza encontramos el Santuario Guadalupano. Comenzó su construcción un 2 de Febrero de 1898 gracias a la iniciativa del entonces Obispo de Zamora, Don José María Cazares y Martínez. El lugar en que se construyó tiene una extensión de 20 mil metros cuadrados y su ubicación fue decisión del propio Obispo, ya que estaba convencido de que el crecimiento de la ciudad debía dirigirse hacia el oriente del valle, para así salvar las tierras cultivables de Zamora.

Esta obra fue detenida en 1914 y a partir de entonces fue cuartel, caballeriza, campo de tiro, paredón de fusilamiento, cancha deportiva y hasta bodega. El deterioro del edificio llegó casi hasta su derrumbe, lo que motivó proyectos para rehabilitarlo.

En el año de 1988 el inmueble fue devuelto al clero. Tuvieron que pasar 74 años, cuatro obispados completos, para reanudar su construcción. El Santuario Guadalupano vivió desde la etapa revolucionaria y hasta su reluciente modernidad, y a causa de su deterioro, hasta el nombre de ser conocido como “La Inconclusa”.

(Imagen obtenida de http://elpostigo2009.blogspot.com/2009/03/en-zamora-la-luz-se-hizo.html).

Experiencia


Arturo García de Alba Bribiesca
Primer Semestre

Es muy difícil saber lo que uno quiere cuando no se expresa adecuadamente. Una persona no puede adivinar, estar al tanto de todo lo que ocurre alrededor. El mensaje debe ser claro, para empezar.

La comunicación tiene que ser recíproca y debemos estar atentos, con la mirada fija en el interlocutor. Es muy importante que el mensaje sea lógico, coherente, pero también preciso; así se pueden evitar malas interpretaciones y malentendidos.

A veces se puede prestar que el habla sea a gritos, y se acostumbre hacerlo, pero además de que es un mal hábito, las discusiones pueden llegar a peleas y hasta violentar al otro.

Faltarle el respeto a alguien es lo último y peor que te puede ocurrir.
Para entablar una amistad es necesario aceptar las diferencias y similitudes entre las personas y apoyarse mutuamente, en las buenas y en las malas, pero incondicionalmente.

Otra base muy importante para la amistad, y también para las parejas (en noviazgo o matrimonio), es la confianza. Debemos ser honestos; nunca decir mentiras o faltarle el respeto a la pareja.

La relación es de dos, y con buena comunicación podrán resolver sus problemas e, incluso, salvar su relación en el caso de una situación crítica.

(Imagen obtenida de http://diapasondepalabras.wordpress.com/2009/08/20/la-grandiosa-conquista-del-amor/).

martes, 5 de enero de 2010

"Muñeca"


Noemí Montserrat Covarrubias Gaona
Tercer Semestre

Después de todo lo pasado contigo, me doy cuenta de que te comportaste como una niña y yo como una muñeca.

Jugaste conmigo, me manejaste a tu antojo y yo sin hacer nada.

Mis ojos permanecían fijos, sólo te observaban, sólo veía que tus labios susurraban y ese pequeño susurro llegaba a mi tímpano y hacía rodar una lágrima por mi mejilla.

Mis labios parecían estar adheridos, no podía pronunciar ni una sola palabra.

Mis brazos permanecían extendidos, queriéndote abrazar, esperando cariño que jamás vi llegar.

Mis piernas no podían más. Frente a ti se quedaban estáticas, con miedo a caminar, esperando una respuesta, una señal que tú me dieras. Pero no, sólo querías jugar conmigo, con tu “muñeca”.

Después, sin querer, le diste vida a esa muñeca que ya no pudiste manipular más. Me bastó ver con estos ojos tan firmes a otra adquisición, a otra muñeca como yo. Fue un espejo en el que vi mi reflejo.

Me hiciste recordar que tengo mente propia y sentimientos, con los que sentí ese dolor tan fuerte que oprimía mi pecho; que no necesito de una niña tonta que nada más toma a su muñeca, juega con ella y la lástima, la arrumba donde quiere y se olvida de ella.

No, yo no necesito un titiritero. Ahora recuerdo que yo puedo caminar y decidir a dónde ir, que puedo mover mis labios y decidir lo que quiero para mí. No quiero seguir siendo tu “muñeca”, como te gustaba llamarme, porque no soy de plástico, tengo sentimientos.

Y no quiero más ese reflejo, pero gracias por traer el espejo frente a mí, por traer frente a mí a ese otro ejemplar que pronto se dará cuenta que esa niña con la que está, no vale la pena estar.

(Imagen obtenida de http://borrandoelparaiso.escribirte.com.ar/vota/7545.htm).

El ángel y yo


Monserrat Acenet Cacho Chávez
Tercer Semestre

Una noche, mientras dormía, hablé con un ángel. Conversábamos acerca de la vida. Él decía que le gustaría saber y sentir cómo era la vida.

Yo, con una mirada de tristeza, le contesté:
–No te pierdes de gran cosa.

A lo que él respondió asombrado e indignado
–¿Cómo que no me pierdo de gran cosa?

Yo, cansada de vivir, asustada y con lágrimas en mis ojos, no sabía cómo expresarme y empezar a contarle lo que sentía.

De repente un silencio tranquilizó mi alma, miré al ángel y le dije:
–Te contaré un poco de mi vida: cuando yo era más pequeña me fascinaba la vida, disfrutaba cada instante, cada minuto y cada segundo de ella; me encantaba ver las estrellas y soñar con ellas.

Tenía lo más valioso del mundo: una familia y el calor de un hogar. Pero una noche papá se fue, dejando un gran vacío en mi corazón, derrumbando toda mi alegría, y sentía que todo el mundo se venía abajo.

Pasaron los días, mamá lloraba en las noches o a escondidas de mi hermana y de mí, pero no se daba cuenta que yo la observaba.

Las tres regresamos a la casa de mi abuelita (mamá de mi mamá). Mi abuelita era una viejita linda, aunque algunas veces un poco enojona. Ella se quitaba el pan de la boca por dárselo a otra persona que ni siquiera conocía. Ella nos recibió muy bien.

Mientras, yo actuaba como si nada hubiese pasado pero, sin embargo, por dentro me estaba muriendo.

Mi abuelita estaba muy apegada al templo. Ella me animó a formar parte de un grupo de adolescentes. Luego pase a pertenecer a un grupo de jóvenes.

Todo iba bien pero, como siempre, hay personas encargadas de hacerte la vida imposible. Esas personas me molestaban. A mí no me gustaba pelear, así que me salí del grupo y otra vez me empecé a sentir sola, que la vida no tenía sentido.

Un nuevo día llegó para mí. Estaba en la Prepa, en la clase de Historia. Entró un muchacho, llamando la atención del grupo. Dio un aviso: que si queríamos entrar a un curso de primeros auxilios; que al que le interesara fuera a la dirección de la escuela para apuntarse.

Regresé a casa. Le comenté a mamá del curso. Ella me animó a entrar. Con una sonrisa le contesté:
–Nada pierdo con intentarlo.

Bueno pero para no hacértela larga, me gustó el curso y decidí quedarme y formar parte de la corporación de PC. Aún pertenezco a allí.

He visto tanta gente morir en diferentes accidentes y veo cómo se aferran a la vida y sigo diciendo:
–Yo no valgo nada
–La vida es un asco
–No sé por qué vivo

El ángel, serio y con una lágrima que rondaba su mejilla, comentó:
–Eres una gran persona.

Yo, moviendo mi cabeza de un lado al otro, lo miré. En ese momento una luz brillante encandiló mis ojos, de ella salía una voz y esa voz era de Dios. Él, algo molesto, grito:
–¡Dices que no vales la pena! ¿Ayudas al prójimo y no vales la pena?
–¡Que la vida es un asco! Vives por los demás, te ves reflejada en aquellos que sufren desgracias y tratas de salvarlos, arriesgas tu propia vida por aquel que ni siquiera conoces y que, cuando lo vuelves a ver, te da la espalda o que haces todo lo posible por el y que solo recibes reclamos, y aún no sabes ¿Por qué vives?

Me quedé callada, pensativa, con un nudo en la garganta. Pero al fin descubrí que amo la vida más que nada y que vivo por la vida.

Descubrí que me tengo que levantar cada que caiga y que tengo que ser fuerte contra todo obstáculo.

Tú eres tu historia, vas por donde quieres, no dejes que nadie te arrebate lo que te gusta, alcanza tus sueños y tus metas.

Sigue adelante no te detengas, deja el pasado en el pasado, no dejes que el pasado te arruine tu presente,

Para amar enséñate a amarte a ti mismo.


(Imagen obtenida de http://www.ciudadpoesia.com/2008/04/08/el-angel-bueno-rafael-alberti/).

El Cerdo


Martha Rosario Tafolla Hernández
Tercer Semestre

Mejor conocido como cochino, marrano o cerdo, pero no hay nada como su asqueroso olor. Donde habita es el cochinero. ¡Y vaya que le queda el nombre, por cerdo!

El cerdo es rosa, manchado, peludo y escandaloso. Si caminas y hueles mal, es porque el marrano se encuentra cerca.

Todos tenemos un cerdo dentro; bueno, al menos en nuestras casas, utilizados como alcancías.

Su cola achurruscada como un rizado mal hecho.

¿Por qué cuando estamos sucios nos asociamos con los cerdos? Porque se la pasan sucios.

La carne es deliciosa para los seres humanos. Al cerdo lo asociamos como tonto, pero sus animaciones son muy lindas o feas, para los distintos gustos.

Mañana



Carla Marisol Jaimes Macías
Tercer Semestre

Ha sido un día duro, mi cuerpo está agotado. A pesar de todo no me arrepiento, ha sido un día muy bueno, entre tantos llenos de estrés. Después de darme un baño, me he puesto a reflexionar, estos últimos días que llegaron cargados de altibajos emocionales.

Todo en esta habitación es tenso, lleno de recuerdos desagradables, no me gusta esta sensación. Las acciones cometidas hace unos días me asfixian. ¡Y qué esperaba!, los actos traen consecuencias, a veces buenas y a veces malas.

Pensar que hace días tuve un sueño y en él dos caminos. Al final de uno de ellos, dos ojos café claro me esperaban, observándome como si sonrieran con timidez. En el segundo camino, dos ojos café oscuro, con una mirada comprensiva y seductora que me invitaban a avanzar. En este sueño estoy inmóvil, no sé qué hacer. De pronto el viento sopla tan fuerte que mi cuerpo se convierte en estambre. Es entonces cuando…desperté.

Aún no entiendo que significa y dudo que lo sepa algún día. Después de todo es un sueño más. Lo que sí sé es que me gustaría haber podido elegir uno de los dos destinos. Seguro que me traería la paz que necesito.

Mientras tanto sigo aquí, en esta habitación, esperando tranquilizar mis memorias. Lista para dormir aún sabiendo que mañana quizá no sea un buen día.

Leopardo


Jair de Jesús Cruz García
Tercer Semestre

Rey de la velocidad. Nadie puede huir de su ataque. Si corres, sólo demorarás la muerte.

Maestro del camuflaje, utiliza el pastizal de la sabana como disfraz. Se esconde. Espera paciente el descuido. Apartarte de la manada es tu peor error.

Se levanta y te ataca. Tratas de huir. Tal vez logres vivir segundos más, pero las garras se clavan en tu carne y derriban tu cuerpo.

Después llega el ataque final, las mandíbulas aprietan tu cuello con tal fuerza que no te puedes desprender y mueres ahogado.

Entonces, el ágil felino se deleita con tu cuerpo inmóvil, hasta que queda satisfecho y se va a esperar ahora quién lo retará en la carrera de cazador y cazado.